Bien compañeros, en este apartado no pretendo aburrirles con cuentos históricos pues les estaría quitando el trabajo a los grandes científicos con sus tecnicismos exagerados. Yo sólo les vengo a informar sobre este bonito tema, interesante sin duda.
Ustedes se preguntaran ¿qué son las Misiones Culturales?, ¿con qué se come?, ¿qué cosa es? No es un platillo tradicional, eso se los puedo asegurar, mucho menos una cosa que se puede palpar; estas, así de simple, son organismos activos, cuerpos docentes destinados a mejorar las comunidades campesinas modificando sus costumbres, orientando sus aspiraciones y, en general, enriqueciendo la vida de cada uno de sus miembros.
Es evidente que si las Misiones Culturales han de cumplir la obra de mejoramiento de las poblaciones campesinas en que actúan, se requiere que los componentes de la Misión tengan un conocimiento sólido de las necesidades peculiares de la región en que trabajan.
Por consiguiente, si éstas van a preparar al maestro rural para que se convierta en maestro de los campesinos, enseñándoles medios prácticos de mejorar la producción agrícola, sistemas sencillos de progreso higiénico, en suma, formas mejores de vida es necesario que proporcione al maestro rural conocimientos adecuados y enseñanzas íntimamente vinculadas con las características del lugar.
Sin embargo, las Misiones Culturales, por sí solas, no están en posibilidad de lograr una transformación profunda de las condiciones de vida del campesino, pues como base se encuentra el factor económico y, solo en la medida que las condiciones del campo mejoren será posible obtener una transformación social provechosa.
Los misioneros necesitan armonizar sus grandes propósitos de transformación social del campesino de nuestro país, con las exigencias diarias, particulares y modestas que toda realización práctica impone, porque de otra manera los grandes fines se vuelven simples palabras y ni siquiera se logra la realización de éstas mismas.
En conclusión, las preocupaciones fundamentales de la escuela rural, y por lo tanto, la preocupación fundamental de las Misiones en su obra con los maestros, es el de capacitar a los campesinos para aumentar la productividad de su trabajo, interesándoles las ventajas que habrá de traerles su mejoramiento económico, y por otra, suministrándole las enseñanzas prácticas que son indispensables para obtener ese incremento de productividad. Las misiones deberán combatir todos los prejuicios, las costumbres y las tradiciones que tengan un sentido antieconómico, y en cambio lucharán por establecer ideas y practicas capaces de mejorar las condiciones de vida. No se pretende que la escuela rural deje de ser escuela y se convierta en un negocio agrícola o en una pequeña industria; lo que se quiere en realidad es obtener el más entusiasta e inteligente concurso del maestro rural en la obra de elevación económica del campesino.
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